jueves, 15 de febrero de 2007

CARLOS GUEVARA (PIURA 1952) Primera Entrega

PUERTA DORADA
Pequeña y hermosa Sita,
Mujer de VaSuDeVa,
ayuda con tu devastadora fuerza
y haz que sea música,
sol,
ecuación de oro.
Haz que florezca una sonrisa
en mi negro rostro
y recuerda mi nombre
en el resto de tiempo
que me queda.
Este es mi cuerpo,
esta mi habitación
con luna verde en el espacio;
estas mis manos
convertidas en pescado.
Cascabel del Oriente,
aquí amanezco pronunciando
tu nombre al orinar
o defecar
en el atroz lugar de las fronteras.

DEPURACION
Perspicacia de calle vacía
y homenaje deslumbrante a la soledad
y al dolor agudo de la noche.
Claro hallazgo del hombre
que se observa transportando una mochila
sobre bicicleta transparente.
Sustancia viva en el desierto:
el árbol, el parque, la esquina de nadie.
Sobreviviente de un lejano bullicio, pedaleo.
Pienso en un dios pequeño y
en la boca de una muchacha saboreando la ciruela.
"Vendrá la luz (digo) y con ella
la única crueldad que antecede al conocimiento:
la existencia".
Soy el poeta bermejo de mirada larga
entre piedras polvorientas. Y pedaleo
firme porque la meta no existe,
sólo la convicción de ir hacia ninguna parte.

JUANA
Mejor su vestido lleno de colores,
mejor la rama que ella señaló,
mejor el fondo del espacio
y la callada nube
y el jadear de un perro
en el áspero camino.
Fugaz danza de chilalos:
desconchados mundos bajo la luz azul
(del mediodía,
ribazos y el proceloso surgir de la alegría.

SE HAN DETENIDO AQUI...
Se han detenido aquí los sueños y las naves.
Es de noche. El silencio desciende del cielo
y el mundo es un inmenso bosque del pasado.
Recuerdo el tiempo, los cuerpos de diversas muchachas,
un lugar revestido de rocas y el lenguaje tranquilo
de cierto huésped que alguna vez albergué.
El fuego parte de mis manos formando osarios y
rostros eternos que han perdido vigencia. Nadie
es invencible. Las hachas hacen girar las estrellas.
Se desconocen los motivos y los propósitos divinos.

LA MEMORIA DE CIERTOS DIAS...
La memoria de ciertos días penosos se ha
deslizado amarilla como meriendas abandonadas.
La tarde finaliza y es oscura, y el frío
verifica algunos cangrejos sobre la playa.
Estoy aquí, inmóvil, observando las piedras
y el desfallecimiento de los amantes en la arena.
A lo lejos se han transformado las casas y un
raro barco inquieta las aguas ensimismadas.
Ya no espero nada, solamente desarraigarme
con lentitud.

ATROPOS
Ya no conseguiré ninguna forma de comprensión, Destino.
Me doy cuenta que ahora soy uno más de los rehenes
y tendré que palidecer como los espectros.
Sé que cualquier lugar acogedor me está vedado,
que no hay sosiego para mis huesos,
sólo combates, animales muertos y tareas obscenas.
Es nuevamente verano, estación especialmente desfavorable.
Me he asomado, me he visto en los ojos de los cocheros,
he hablado de los castaños y me he sabido inoportuno.
Ahora veo los pinos, y sé que al otro extremo, en el infierno,
existe un milenario olor a cerezas que espera por mí.

ALAMO
Bajo el resplandor del crepúsculo tiemblan los pinos
y los nidos oscuros de los pájaros.
Más allá del horizonte se transfigura un fuego infinito
como la mirada de una limpia muchacha
destinada al amor y a la provincia.
Este es el lugar donde me reconozco, donde las

__ palabras
habitúan a los sueños y a las frustradas esperanzas.
Es perfecto el sol relajado,
perfecta la nube en su continuo transcurrir.
Dulcemente contemplo el jardín invadido de viento
y la existencia colectiva de las aves.
El movimiento de mis manos inflama el terrestre
__ campanario
y los mutilados fragmentos de los que se han ido.
Más allá del firmamento el increíble Universo,
el paraíso reservado a los que son felices.

ESPEJOS
Tu cuerpo es otra vez la soledad,
la vasta
la dulce soledad que me alimenta.
La sangre misma es una forma que pasa
y los párpados se hunden en el aire
como en un suave elemento transitorio.
(Hay otros pueblos que se anuncian,
hay otra rosa profunda sobre el mar,
otra forma, otro paso solitario)
Es la noche
y te obsequio el fuego de mi voz,
la nueva luz que hoy se asoma en el asombro.

BARRANCO
Este es el lugar:
repara en el invierno suspendido en el jardín
y en la dulzura descubriéndose perfecta.
El límite que nos encierra se deshace y
se rehace el mar, se rehace la calma
en la rígida soledad del firmamento.
Aquí es alta la tarde como una estatua,
las formas pasan o se quedan y,
apenas murmurada la palabra es otra eternidad.
Este es el lugar...
y esos los diversos corazones
enajenados por la luz.

FAUNOS
Al cerrar mis ojos
la intimidad se revela
únicamente para sobrecogerme.
Giratorios astros y estrellas
se deshacen
contra mi osamenta
como si el universo y
la profunda paz del espacio
se iniciarán recién.
Sobre mi sangre un cáliz humeante,
una caricia que se sumerge
y desaparece después.

CAMPO
Una pareja corre en un campo de fútbol cubierto de niebla,
Y están de todos modos fantásticos, sin explicación.
Corren sin gratitud, sin esperar tanto.
Desaparecen y aparecen, no importa el estilo
o los titulares del tiempo.
Una pareja corre y se apodera del frío en un lugar
con yerba donde también se puede enfermar.
Tras las palabras y la niebla, las palabras improvisadas,
un día, el juego de los signos a su lado.
Ella tal vez está enamorada de él,
o en el peor de los casos de alguna cosa de él,
y corren encendiendo sus manos y sus entrañas.
En un campo de fútbol la guerra es entonces
un lugar para vivir, o casi toda la vida.
El suelo está mojado y ellos son calles sin límites
que se disuelven como el relato donde no se puede morir.
Una pareja corre en la mañana, y con niebla que es lo que vale.
Sus cuerpos son formas de cariño hacia atrás.

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